Como hemos comentado en varias ocasiones, la venta de una vivienda es un proceso complejo que implica una serie de requisitos legales y administrativos. Uno de ellos es el certificado energético, un documento que indica el nivel de eficiencia energética de una vivienda.
Y es que la eficiencia energética es un factor que cada día más personas tienen en cuenta a la hora de adquirir una vivienda, ya que un mayor consumo energético tendrá un mayor impacto económico en los bolsillos de los propietarios, afectando y esto puede afectar hasta el valor de la propiedad. Así, una vivienda eficiente energéticamente es de mayor calidad que otras, con lo que se mantiene en mejores condiciones durante mucho más tiempo.
¿Qué es el certificado energético?
El certificado energético es un documento que informa sobre el consumo energético y las emisiones de CO2 que genera el inmueble. Este documento contempla:
- orientación
- situación
- envolvente
- iluminación
- sistemas de producción de energía
Mediante estos aspectos del inmueble se evalúa y se califica para su etiqueta energética mediante una escala, que puede ir desde el nivel A, el más eficiente; hasta el nivel G, el menos eficiente. Incluye también una serie de colores identificativos de esos niveles: la A corresponde al verde más oscuro y la G al rojo y nos da detalles del consumo energético que tiene el inmueble en relación a electricidad, gas y otros servicios asociados.
Pero, ¿es realmente necesario tener el certificado energético para vender una vivienda?
Desde el 2013, este requerimiento se hizo oficial a través de la entrada en vigor de la Ley 8/2013 de 26 de junio, la cual estableció el certificado energético de la vivienda como indispensable para la venta de cualquier inmueble. Sin embargo, según los datos de Fotocasa, se estima que en España más de la mitad de los inmuebles se venden sin haber solicitado la certificación energética, y que los compradores se comprometen a adquirirlos sin saber cuál es.
Y aunque hay muchas personas que se atreven a vender una vivienda sin este certificado, esto es una infracción y puede acarrear que el vendedor pueda llegar a enfrentarse a multas que pueden ir desde los 300 euros hasta los 6.000 euros, las más graves,
Así pues, si queremos vender un inmueble, es imprescindible contar con un Certificado Energético en vigor expedido en los últimos 10 años, menos en:
- Edificios o monumentos protegidos siempre que formen parte de un entorno declarado o con particular valor arquitectónico/histórico.
- Edificios religiosos o de culto.
- Edificios con una superficie total o inferior a 50 m2.
- Talleres previstos para una actividad agraria sin uso residencial.
- Edificaciones que, por su naturaleza, deben permanecer abiertas.
- Edificios o parte de estos cuyo uso sea inferior a cuatro meses al año, siempre que su consumo no supere el 25 % previsto para todo el año.
Si deseas saber si necesitas algún documento más antes de la venta o quieres más información sobre el certificado energético, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.