Se estima que si no tomamos medidas, en 2050 necesitaremos 2,5 planetas para satisfacer nuestras necesidades, es por ello que debemos ser conscientes de nuestro impacto sobre nuestro medio. Hay que tener en cuenta que más del 80% de la edificación existente en España obtiene una mala nota en la eficiencia en el gasto energético, según el certificado que mide esta cualidad de los inmuebles. El parque de vivienda requiere reformas que reduzcan el consumo de energía y lo vuelva más sostenible.
Es por este motivo, que desde los fondos europeos abren una oportunidad para rehabilitar el envejecido y poco eficiente parque de viviendas español y volverlo más sostenible. Desde OCAI queremos informarte de las reformas que debes realizar para conseguir una vivienda más eficiente y sostenible.
Uno de los cambios que podemos realizar en nuestra casa para que sea más sostenible es potenciar la entrada de luz natural en ella. La luz solar permitirá aumentar la temperatura de la vivienda, disminuyendo el coste de la calefacción en invierno y mejorando la salud de quienes residen en ella. Y es que, durante el confinamiento muchas personas se dieron cuenta de la importancia de la luz solar en casa y los beneficios que esta aporta. Por este motivo, desde OCAI recomendamos invertir en grandes ventanales con doble acristalamiento, que no solo permitan dejar entrar la luz solar, a la vez que conseguiremos un mayor confort. Y es que hay que tener en cuenta que de media un 15% del consumo energético de nuestra vivienda se escapa por las ventanas.
Por otro lado, contar con una distribución de la vivienda garantice una ventilación cruzada, de forma que al abrir las ventanas, en pocos minutos la vivienda se ventile sería lo idóneo. Sin embargo, desde OCAI somos conscientes que en viviendas antiguas resulta mucho más difícil, ya que suelen tener habitaciones internas y pasillos muy largos. Para conseguirlo recomendamos eliminar tabiques innecesarios, sustituir las puertas pequeñas por otros modelos tipo paneles correderos, y apostar por revestimientos microporosos o transpirables.
Otra forma de conseguir un hogar mucho más sostenible es apostando por la energía solar y más ahora, con las ayudas que ha puesto en marcha desde el Gobierno para conseguir el objetivo de reducción de emisiones marcado en la Agenda 2030 y la descarbonización en 2050. Si se reside en una vivienda antigua o en una comunidad de vecinos, se puede proponer la instalación de placas solares para todo el edificio. Hay que tener en cuenta que existen dos tipos de placas: las placas solares fotovoltaicas que recogen la energía procedente de la radiación solar y la transforman en eléctrica y las placas solares térmicas que a través de la radiación solar nos permitirá obtener la energía necesaria para calentar el agua caliente que se utiliza en la vivienda.
Por otro lado, hay que tener presente que en los edificios antiguos, introducir un aislamiento térmico es muy importante ya que no solo podría representar una gran diferencia en la factura de la luz, sino mayor confort en la estancia, una revalorización de la vivienda y un entorno más sano. De las obras llevadas a cabo para rehabilitar energéticamente un hogar, las más comunes son la instalación de un mejor aislamiento térmico en la envolvente: fachada y cubierta.
En cuanto a la fachada, si nos encontramos ante fachadas de ladrillo con una cámara de aire en su interior, la solución es inyectar una espuma aislante a través de taladros. Por el contrario, si la fachada es de un tabique, la intervención consistirá en adosar en su cara interior un panel o manta aislante y taparla con placas de yeso.
La cubierta es un elemento constructivo fundamental. Por ella se produce una gran pérdida de energía, frío y calor, lo que significa pérdida de dinero. En cuanto a las cubiertas, la mayoría de los edificios de viviendas construidos antes del año 2000 no disponen del suficiente aislamiento térmico en su cubierta, y los edificios anteriores a 1980 no suelen contar con ningún tipo de aislamiento. Por ello instalar un sistema de aislamiento en la cubierta, ya sea por el interior o por el exterior, supondrá numerosos beneficios y un gran ahorro.
Para el ahorro de agua es importante invertir en grifos de apertura en dos fases, con regulador de caudal o apertura en frío. Otra opción son los termostáticos que permiten escoger la temperatura del agua, evitando su derroche o los electrónicos que solo se accionan cuando se tienen las manos debajo. Los aireadores, limitadores de caudal o válvulas reguladoras del mismo también contribuyen a reducir el consumo y evitar inundaciones.
Así, si quieres vivir en una vivienda sostenible puedes contactar con nosotros y analizaremos tu vivienda para hacerla sostenible y así poner tu granito de arena para la lucha contra el cambio climático.