Según el artículo 9 de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH), ningún propietario puede oponerse a la realización de obras comunitarias ni impedir el acceso a los elementos comunes para ejecutar dichas obras su vivienda ni impedir el acceso a la misma para ejecutar dichas obras. Además, la LPH establece que las obras necesarias para la conservación, seguridad y habitabilidad del edificio son de carácter obligatorio para todos los propietarios.
Según el artículo 9.1 de la LPH: “Consentir en su vivienda o local las reparaciones necesarias para el servicio del inmueble y permitir las servidumbres indispensables para la ejecución de obras, actuaciones o la creación de servicios comunes, siempre que estas se realicen conforme a lo estipulado en la Ley. El propietario tiene derecho a ser indemnizado por los daños y perjuicios ocasionados”.
Aunque existen algunas excepciones en las que los propietarios pueden negarse a pagar ciertas obras. Por ejemplo, el artículo 17.4 de la LPH permite a los propietarios no estar obligados a contribuir a mejoras o innovaciones que no sean esenciales para la conservación, habitabilidad, seguridad o accesibilidad del edificio, y siempre que su coste supere tres mensualidades ordinarias de gastos comunes.
Otro caso en el que los propietarios podrían negarse a realizar obras, es si estas no han sido aprobadas correctamente conforme a la LPH, es decir, si no se han aprobado mediante la junta de propietarios. Además, tal y como se establece en el artículo 18 de la LPH, todos los propietarios tienen derecho a impugnar judicialmente las obras si consideran que vulneran sus derechos o si no están de acuerdo con el presupuesto.
¿Qué ocurre si las obras comunitarias afectan a tu vivienda?
Si las obras de la comunidad afectan directamente a tu vivienda, tienes derecho a varias protecciones. Además de poder impugnarlas y exigir que tu vivienda quede en buen estado tras las obras, también tienes derecho a indemnización por daños innecesarios, como la demolición accidental de paredes o la rotura de tuberías o cables que no deberían haber sido afectados.
Asimismo, la Comunidad de propietarios está obligada a compensar los daños, como habitaciones inutilizadas, e incluso ofrecer alojamiento temporal en caso de que sea necesario.
¿Qué obras de conservación afectan a todos los propietarios?
Entre las obras de conservación que requieren la participación de todos los propietarios, se incluyen:
- Reparación de la fachada: las grietas pueden causar filtraciones y, si no se reparan, desprendimientos.
- Impermeabilización de la azotea: evita filtraciones de agua en techos y paredes.
- Reparación de la puerta del portal y el portero automático: problemas en estos elementos comprometen la seguridad.
- Obras de accesibilidad: como la instalación de rampas o barandillas.
- Reparación del ascensor: es crucial para personas con movilidad reducida o mayores.
- Arreglos en la iluminación de escaleras y zonas comunes: evita accidentes y facilita la evacuación en emergencias.
- Mantenimiento de bajantes comunitarias: previene inundaciones y malos olores.
Si tienes dudas o necesitas asesoramiento específico sobre la normativa y las implicaciones de las obras comunitarias, no dudes en contactarnos. Estamos aquí para ayudarte a resolver cualquier consulta.